Ensayo:
Como
es notorio, actualmente se vive en una sociedad cambiante, inundada de
información debido a las evoluciones y actualizaciones que brinda el avance y
alcance de la tecnología a través del internet y demás herramientas vinculadas
con este. Las personas tienen un ritmo de vida muy acelerado y, todo esto está
influyendo en el comportamiento de las mismas, en su manera de ver la vida, de
desenvolverse en la sociedad; ya no hay tiempo para tomarse un descanso y
compartir un rato agradable con los seres queridos y, por cualquier motivo (sea
social, económico, educacional, ocupacional, y demás…) se está estresado y
preocupado todo el tiempo. La vida se va pasando y no se fija la mirada en lo
que realmente hace feliz a cada uno. Todo esto conlleva a que el trato o las
relaciones interpersonales que se puedan llevar a cabo a diario, no sean las
mejores, debido a que, cada quien es, o refleja lo que siente, y si no se está
conforme individualmente con lo que se es y lo que se tiene, que se puede
esperar para que se den relaciones, al menos cordiales, con terceros.
Es
por ello que, es sumamente necesario, recordar y retomar la cordialidad, las
buenas costumbres, el respeto y demás valores que permiten al individuo poder
relacionarse y comunicarse con sus semejantes de una manera más comunicativa,
agradable y efectiva, en todos los aspectos de su cotidianidad. Lo antes
mencionado, ha sido encerrado en un gran concepto, “Relaciones humanas”, ya que,
si se busca la definición de este amplio término, al menos se podrá encontrar algo
relacionado con que, son el conjunto de normas, principios y/o técnicas de la
psicología, aplicadas para que los seres humanos se lleven mejor, unos con
otros. En otras palabras, también, es el grado de aceptación, simpatía y
madurez que una persona puede reflejar hacia los que le rodean.
De
esta manera se denota la importancia de las relaciones humanas en la sociedad,
y por ende en el ámbito laboral o empresarial, ya que, cuando una persona entra
a trabajar bajo dependencia de un patrono (es decir no es un trabajador independiente), este comienza a
formar parte de una organización, de una familia laboral, si se quisiera, ya
que la mayor parte de las horas del día, tiene que pasarlas en la institución
donde labore y lo más racional es que este tiempo de labores, transcurra en un
ambiente agradable y cordial, generado así, por todos los que coinciden en
dicho lugar.
En
consecuencia, es bueno resaltar que para que exista un cambio significativo en
el trato mutuo entre las personas, se debe tomar conciencia de que, cada quien,
individualmente, (valga la redundancia), debe ser generador de dicho cambio; es
decir, como reza el dicho: “si tu no cambias, nadie cambia”, lo que permite
señalar entonces, que la formación en principios, valores y ética de cada
quien, es lo que va a permitir, el éxito
en su desenvolvimiento laboral y en sus relaciones interpersonales, porque, ¿de
qué servirá ser muy erudito y profesional en cualquier tarea a realizar, si no
es posible generar una comunicación efectiva, o se es una persona descortés y
grosera?, situación que a diario se puede comprobar (tristemente), en especial
en los lugares de servicio público (sin intenciones de aludir a nadie, solo se
toma como ejemplo).
Las
personas que prestan un servicio (corredores de seguros, médicos, profesores,
secretarias y demás), deben hacerlo con todo el sentido y responsabilidad que
tienen, ya que como dice el dicho: “cada cabeza es un mundo”, no es fácil, a
veces, tratar todo el día con personas, las cuales individualmente, tratan,
sienten y se expresan de manera diferente. Es por ello que, siguiendo con el
ejemplo anterior, las recepcionistas o secretarias, desempeñan una labor bastante
loable y digna de admiración, ya que además de atender y lidiar con el público,
están encargadas de un sin fin de tareas y responsabilidades, como por ejemplo:
recibir y redactar correspondencia, llevar la agenda de su superior, custodiar
y velar por que las actividades las cuales les son encomendadas se lleven a
cabo de manera efectiva, ordenada y puntual, es responsable del orden de
documentos en la oficina y de la empresa, en general en algunos casos. Es
además un ser íntegro en sus tareas, eficiente y eficaz en sus funciones,
responsable y atento en sus deberes, recursiva y creativa en la organización
general de la empresa, en fin, es una persona auxiliar administrativa y de
gerencia, lo que permite deducir que para desempeñar dicha labor, debe ser una
decisión personal inspirada o motivada por la pasión de servir siempre a los
demás, ya que, si este no es el principal motivo para que una persona se
desenvuelva en el cargo de secretaria o asistente administrativo, fácilmente se
evidenciara con el tiempo, fallas en su desenvolvimiento, una descuidada o mala
atención al público y por ende, un servicio mediocre y desagradable, cosa que
no necesita ninguna empresa o jefe inmediato, y menos aún, la sociedad.
Docente en formación: Izarra Vásquez, María
Fernanda.
UPEL – IPB
Programa de Educación Técnica
Departamento de Educación Comercial